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Temperatura y riegos eficientes en Primavera

Desde el punto de vista agrícola, la primavera es una de las estaciones más interesantes a la hora de afrontar los riegos en esta fase del año en cultivos bajo plástico. Normalmente en esta fase nos encontramos en un momento en el cual, o tenemos un cultivo recién puesto, ya sea de melón o sandia o con calabacín de ciclo corto, o bien terminando con cultivos de ciclo largo de tomate, pimiento o berenjena.

De cualquier manera, a la hora de afrontar los riegos, ya sea en suelo, en sistema enficonado o en cultivo hidropónico, nos vemos extremadamente condicionados por el clima. En esta fase, podemos decir que el factor limitante es el clima, y sin prestar atención al clima no podremos tener éxito en cualquiera de los cultivos y medios de cultivos mencionados anteriormente.

 

¿Qué efectos se producen a nivel de clima dentro de la finca o invernadero?

Las características principales que se dan a nivel de clima suelen ser las siguientes: Por las mañanas (justo a la salida del sol, sobre 8:00 am), las temperaturas rozan los 10ºC y los niveles de humedad relativa están cercanos al 90%. A media mañana (después de las 12:00 pm) podemos llegar a tener cerca de 40ºC. Por tanto, podemos ver habitualmente saltos térmicos de + 30ºC aproximadamente desde las 8:00 am hasta las 12:00 pm.

Lo que ocurre es que, si la temperatura empieza a subir rápidamente, tiene un rápido efecto en la bajada de la humedad relativa en finca y este efecto va a provocar una rápida y alta transpiración del cultivo. Por tanto, si no estamos atentos y rápidos con el manejo del clima y sobre todo del riego, cuando vayamos a regar es posible que la planta ya tenga un estrés (como mínimo una tendencia generativa de crecimiento). El resultado final es un mal desarrollo de la planta y problemas en el engorde y maduración de la fruta.

 

¿Cómo podemos actuar ante los cambios de temperatura y humedad relativa?

Lo ideal es recurrir a un mínimo de tecnología que nos pueda ayudar a entender cómo y cuándo se están produciendo los cambios. Existen muchos sistemas de monitoreo, pero ahora simplemente nos centraremos en explicar cómo con un termómetro en la finca podemos sacar conclusiones positivas.

Usando un termómetro, lo que se debe de hacer es registrar las temperaturas hora a hora. No es cuestión de cuál es la temperatura máxima que alcanzamos… ¡Lo que provoca estrés en la planta es la velocidad con la que alcanzamos dicha temperatura!

Debemos intentar que la temperatura en el invernadero no supere los 4ºC/hora de salto térmico. Si lo hace, la planta sufrirá estrés, y tendremos garantizados los problemas típicos de estrés por exceso de temperatura dentro de la finca o invernadero.

Si la temperatura no supera los 4ºC/hora, algo que también debemos comprobar es la luz que entra a la finca. De este modo, nos aseguraremos que la luz que reciben las plantas es la correcta y por tanto podremos asegurar un buen balance vegetativo/generativo del cultivo.

La siguiente tabla muestra un ejemplo de cómo va cambiando la temperatura si empezamos a registrar los grados hora por hora:

8:00 am 11,5ºC  
9:00 am 13,8ºC +2,3ºC
10:00 am 19,9ºC +6,1ºC
11:00 am 26,3ºC +6,4ºC
12:00 pm 33, 1ºC +6,8ºC

El primer registro, desde las 8:00 am a las 9:00 am es bueno, ya que no pasa de los 4ºC/hora, pero la cosa cambia a partir de ahí… Podemos observar que entre las 10:00 am y las 12:00 pm es cuando estamos en riesgo de promover un estrés acumulado en la planta, que día a día tendrá su repercusión en la calidad del cultivo y la cantidad y engorde de frutas. Es justo en ese momento del día cuando más atentos debemos de estar a la parte de manejo de clima (ventanas, blanqueo, etc…), y sobre todo al riego.

Es aconsejable que los riegos sean cortos y frecuentes para mantener un buen nivel de humedad en el suelo. Haciendo esto, promovemos unas condiciones de humedad y conductividad estables para que la planta disponga de humedad fácilmente disponible y así evitamos el máximo estrés posible.

 

¿Qué consecuencias tiene que la planta se vea estresada por el clima?

  1. La planta es forzada a un exceso de transpiración para mantenerse hidratada, por tanto, se reduce la capacidad para realizar una correcta y óptima fotosíntesis, lo que se traduce en menos azucares generados.
  2. La planta suele absorber más cloro y menos nitrógeno, que da como resultado amarilleo y afinamiento y debilidad de cabezas.
  3. A mayor temperatura, menor tiempo de maduración y, por tanto, de engorde.
  4. A mayor temperatura, mayor aumento de la conductividad interna de la planta y, por tanto, bajas tasas de transformación de azucares.
  5. Si no controlamos la humedad relativa, pueden ocurrir bajadas fuertes de humedad y ello implica que la hoja se defienda mandando Potasio y Sodio a la hoja para ayudar al estoma a defenderse de la deshidratación. El resultado son maduraciones a color naranja en tomate y sobre todo el envejecimiento prematuro de las hojas.
  6. Por último, se observa un importante bloqueo de elementos difícilmente móviles como Calcio y Hierro.
Un ejemplo del estrés vegetal por altas temperaturas en cultivo de Tomate.

 

Esperamos que esta nueva entrada al blog te ayude a gestionar mejor tu finca y cultivos y, como siempre, que obtengas estupendos resultados en tus futuras cosechas.

Recuerda que si necesitas asesoramiento técnico siempre puedes contactar con nuestros profesionales.